Soñándote....

La última moda es soñarte…

Me parece que se debe a que ya te estamos esperando tanto, cariño…

El cuento de hoy es así, la primera que te sueña soy yo, pero no “sueño” de esos de almohada y noche de luna, a mi me toca soñarte despierta, desde hace tanto tiempo, estoy casi segura que empecé a soñarte desde las tortitas de arena y barro de esa niña que fui. Te soñé siempre, cada día con más intensidad, a veces como una esperanza, a veces con añoranza, a veces con un poquito de angustia, pero no he dejado de soñarte nunca. Tan dentro mío que soñarte me ocupa todo el cuerpo…

Lo que pasa es que ahora se le dio por soñarte a los demás, ellos te sueñan de carne y hueso y no solo luz, ellos ponen la cabecita en la almohada y para cuando la levantan, estuvieron un ratito con vos… que envidia….

Y qué emoción….  Vamos a empezar al revés y te cuento que el último en soñarte fue Felipe, que me vió con una remera blanca y el cabello suelto, muy radiante con una niña de vestido blanco en brazos… las dos sonrientes y llenas de luz, además vio tus ojitos rasgados y mirada penetrante… Qué lindo relato! cuanta buena vibra en el aire… Nos vio tan dichosas, y me lo transmitió desde un lugar tan sensible que se me iluminó el día de solo pensarlo…

Sin embargo no fue la primer noticia de vos… sino que el 18 de enero recibí un mensaje muy lindo… ya cuando la espera se hace muy cansadora, llega algún rayito de luz, para empujar con más fuerza y seguir desanudando este hilo. La primera en soñarte fue tu madrina, y como está un poco lejos, me lo contó por mensaje…  y aquí te paso el mensaje completo y textual… para que lo guardes siempre en tu corazón:

-“ Recién tuve un sueño raro, o será que pido tanto por tener a mi ahijada en brazos. Pero soñé que llevaba una bebe, en algo que volaba, no precisamente un avión, era una bici o algo así, y viajaba y viajaba. No tenía ropa ni nada de bebé, y sabía que tenía que llevártelo, luego estaba discutiendo con una gente y digo: yo puedo hacer lo que quiera y cierro el puño y sale una paloma blanca volando cuando estiro y abro la mano. No se era tan lindo, quedé shockeada”. yo lloré al leerlo, lloré de alegría, porque tanto amor ocn el que te esperamos, no puede más que traerte a casa..

Así pequeño bomboncito, te vamos soñando, dormidos y despiertos, los que te esperamos queriéndote tanto…