8 de septiembre de 2011- 1.54 am
Es de noche aquí, y la cuidad duerme sus sueños, yo estoy despierta porque mi sueño sos vos. Y a veces imaginarte, sin rostro, sin cuerpo, solo una luz que se me enciende en el pecho… ahora, imaginarte me lleva todo el sueño…
A veces me canso, a veces dudo, a veces tengo miedo, muchísimo miedo. Por momentos me angustio, por momentos me frustro, por momentos vuelvo a empezar. Pero a pesar del cansancio, de las angustias y las frustraciones, de los miedos, las idas y vueltas y de todo, todo lo demás, sé que estás conectado a mí, aunque justo ahora para vos sea de día, aunque acá haga frío y allí, donde estés, calor. Aunque tal vez todavía no hayas sabido de este mundo…
Dicen en China que todos los seres destinados a encontrarse están conectados por un hilo rojo, y vos, pedacito de luz, del otro lado de este hilo, sabrás que siempre voy a estar ahí, siempre, conectada.
Yo siento tu energía crecer y eso me hace confiar, y retomo la fuerza y me hincho el pecho con coraje, y vuelta a los trámites, y vuelta a buscar en internet, y vuelta a pedir ayuda. Porque hay un hilo que nos une, y siento que a mí me toca desenredarlo, por más nudos, por más tensión, por más vueltas que haya en el camino. Ahora toca el trabajo de encontrarnos, después guardaremos el hilo enrolladito, para que me sientas muy cerca, hasta que confíes, hasta que aprendas a volar, después, mucho después de que nos encontremos, tal vez cuando empieces a entender lo que te escribo, sea tu hora de volar… y entonces, juntos, soltaremos ese hilo, para seguir conectados siempre, en el tiempo y en el espacio. Porque verte crecer es mi sueño, pero que seas feliz es el desvelo.
Tengo todo el amor acurrucado en el pecho, esperándote…
Es de noche aquí, y la cuidad duerme sus sueños, yo estoy despierta porque mi sueño sos vos. Y a veces imaginarte, sin rostro, sin cuerpo, solo una luz que se me enciende en el pecho… ahora, imaginarte me lleva todo el sueño…
A veces me canso, a veces dudo, a veces tengo miedo, muchísimo miedo. Por momentos me angustio, por momentos me frustro, por momentos vuelvo a empezar. Pero a pesar del cansancio, de las angustias y las frustraciones, de los miedos, las idas y vueltas y de todo, todo lo demás, sé que estás conectado a mí, aunque justo ahora para vos sea de día, aunque acá haga frío y allí, donde estés, calor. Aunque tal vez todavía no hayas sabido de este mundo…
Dicen en China que todos los seres destinados a encontrarse están conectados por un hilo rojo, y vos, pedacito de luz, del otro lado de este hilo, sabrás que siempre voy a estar ahí, siempre, conectada.
Yo siento tu energía crecer y eso me hace confiar, y retomo la fuerza y me hincho el pecho con coraje, y vuelta a los trámites, y vuelta a buscar en internet, y vuelta a pedir ayuda. Porque hay un hilo que nos une, y siento que a mí me toca desenredarlo, por más nudos, por más tensión, por más vueltas que haya en el camino. Ahora toca el trabajo de encontrarnos, después guardaremos el hilo enrolladito, para que me sientas muy cerca, hasta que confíes, hasta que aprendas a volar, después, mucho después de que nos encontremos, tal vez cuando empieces a entender lo que te escribo, sea tu hora de volar… y entonces, juntos, soltaremos ese hilo, para seguir conectados siempre, en el tiempo y en el espacio. Porque verte crecer es mi sueño, pero que seas feliz es el desvelo.
Tengo todo el amor acurrucado en el pecho, esperándote…
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