Lilypie Waiting to Adopt tickers

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lunes, 19 de diciembre de 2011

Identidad cultural

Qué hacemos con las cuestión cultural?... cómo vivimos una familia interracial?.
Ýo creo que la cultura del país de origen es importante, y hay pequeños gestos, pequeños detalles, que uno puede facilitarle a un niño para que vaya tomando cariño ese pedacito de su historia que es el lugar donde tienen algunas raices.
Ahora es primordial?... la adopción internacional es supreción de identidad, como leí por ahí?...
No lo creo. Es importante, es una asignatura muy importante, pero los inmigrantes, que han migrado por su voluntad, no pasan el día hablando de su "origen".
Hace poco estaba ojeando una entrevista con los "Brangelina" (Brad Pitt y Angelina Jolie) después del nacimiento de sus mellizos. Cada uno de sus hijos adoptados de otros países tiene un tutor personal de su país de orígen. Impresionante. Tienen la suerte de poder costear un proyecto tan ideal. Para la mayoría de nosotros, no es tan fácil.
Ayudar a nuestros hijos nacidos en otras culturas a desarrollar lo que los expertos llaman la "identid étnica" de una forma que engloba su país y cultura de orígen requiere mucha reflexión, planificación, tiempo, energía, a veces dinero. Es un ideal fantástico, personalemente me gusta mucho la idea del tutor, integrado a la vida del niño.
La primer cosa que quiero decir es que, después del estudio del genoma humano, rastreando el ADN mitocondrial, se ha descubierto que todos somos hijos de doce mujeres africanas. De hecho, todos los descendientes de europeos, de una misma mujer.
Yo también soy nieta de un Italiano, que llegó a la Argentina a los 3 años, sin embargo, durante diferentes períodos en la historia, esa región perteneció al Imperio Asto-Hungaro y Austria. Sus antepasados no hablaban italiano, hablaban un dialecto llamado Friulano.
Mi abuelo siempre habló español, disfrutaba de las pastas al estilo italiano y del asado, y de chica me enseñó a contar en Friulano. Es lo único que sé. Y nunca se razgó ninguna vestidura por ser un emigrado.
Este país y toda América, es fruto de las constantes oleadas migratorias, que aportan color, y personalidad a cada lugar. Sin ser un lamento perpetuo.
Las crisis de adaptación existen, si señor, y pueden darse incluso entre ciudades de un mismo país. Pero no son necesariamente una consecuencia obligada de la migración. El ser humano a sido nómade desde sus comienzos, y la capacidad de adaptación es lo que nos ha hecho especie dominante.
Creo que están bien los grandes esfuerzos, pero a veces me parece que los padres nos ponemos espectativas muy altas, como el idioma de origen del niño, que si adopto en china tiene que aprender chino y tenemos que llenar la casa de farolitos rojos, y comer con palitos. A propósito, hace unos días hablaba con una sra nacida en China, que tiene un comercio cerca de casa, y ella me contaba, que cuando fueron a China de paseo, su hijo pedía tenedor en los restaurantes, porque no sabe usar palitos para comer, y estoy segura que el joven tiene mucha información sobre su cultura de origen, pero vamos, el burro es de donde pace y no de donde nace.
Aceptar las diferencias culturales, apoyar al niño en sus necesidades de conocimiento, valorar las cosas bellas de su cultura, buscar alguna noticia y charlar sobre ella, pequeños gestos, una fiesta cada tanto, y también respetar su necesidad de incorporarse y pertenecer. Transmitir la cultura y la historia del lugar en que crece, y de nuestras propios orígenes, sin que eso sea un tema constante y deribe en cansador. En mi familia 75% raices italianas, cuando comemos pizza los sábados, lo hacemos por costumbre, y no por eso cada pizza amerita una tarantela, o que pasemos la noche hablando de los Antiguos Romanos.
El antropólogo Noruego Anund Brottveit ha estudiado el desarrollo de la identidad étnica de Noruegos adoptados desde Corea del Sur y Colombia*. Les eligió por ser personas de color
que destacan en ese país.
Quiso saber cómo fue el desarrollo de la "identidad étnica "de estas personas en un entorno cultural y racial tan homógeneo como es Noruega.

Antes de exponer las conclusiones de Brottveit quiere recordar que nuestra identidad tiene muchísimas facetas y que nuestra meta en cada faceta de la identidad es conseguir madurar hasta el punto de sentirnos bien con ese aspecto de nosotros mismos.
Esto es, sentirse bien como mujer o hombre, sentirse bien con su identidad profesional, con su orientación sexual etcétera. Para hacerlo, hay que integrar numerosos factores.
Opina que las personas blancas no suelen tener mucho problema con su identidad étnica en el occidente- yo no estoy de acuerdo con esto, ya que incluso, siendo "blanco" los razgos latinos generan sub-categorizaciones dentro de occidente.- pero las personas de color tienen que reconciliar su estatus de minoría - con todo lo que eso significa.
Nuestros hijos de color pueden crecer en un entorno totalmente blanco, pero la sociedad les tachará automáticamente de minorías - personas que pertenecen a otros grupos o subculturas de la sociedad. Puede que no sea justo, pero puede ser así.
Y negarlo no ayudará a nuestro hijo.
Así que en muchos casos, nuestros hijos tendrán que buscar la manera de integrar en su identidad el hecho de que la sociedad les ve como personas que pertenecen a un grupo minoritario - y también que muchas veces los demás les verán a través de los mismos estereotipos que generan las personas de su país de orígen.
Bueno, entonces, como en todas las facetas de la identidad de un ser humano, una persona puede o no conseguir una identidad étnica madura, sana, equilibrada e integrada.
Como veremos, nuestra meta como padres será fomentar algún tipo de identidad étnica seguro en nuestros hijos.
Brottveit ha identificado
tres identidades étnicas distintas - cada uno con su versión seguro
(maduro/sano) e inseguro (inmaduro).

Identidad Uni-Étnica
Los que eligen criar a sus hijos únicamente como de un país, digamos, en mi caso, Argentina, sin ningún contacto con su país o cultura de orígen, podríamos conseguir lo que Brottveit vió en su estudio noruego como una identidad uni-étnica - es decir, que se sienten únicamente
argentinos.
Dentro de esta categoría, Brottveit descubrió que había personas adoptadas en Noruega que habían conseguido desarrollar una identidad uni-étnica madura - estaban muy satisfechos con esta forma de verse a si misma. Luego habían los que se veían únicamente como Noruegos, pero que eran inseguros, que se molestaban con los comentarios de los demás y cualquier forma de cuestionar su pertenencia al grupo.

Identidad Doble-Étnica
Según Brottveit, algunas personas adoptadas de otros países consiguen integrar aspectos de sus dos culturas de tal forma que se sienten muy satisfecho con quienes son.
Luego otros giran hacía su país y cultura de orígen en busca de algo para agarrarse casi como una forma de rechazo hacía el país de su adopción.
Esto sería una identidad doble-étnica insegura porque no se sienten realizados con su contactos
culturales; es como si estuvieron intentando llenar algún vacío, como no hubieron encontrado su sitio en la vida y esperaron encontrarlo "allí" - donde sea.

Identidad Cosmopolitana
La personas que desarrollan esta identidad tienen una actitud relajada hacía lo que significa la
étnicidad y la pertenencia cultural.
Los que se encuentran seguros - o realizados - están abiertos a nuevas influencias y ven a la identidad personal como más importante que la identidad étnica.
Los menos seguros acaban sientiéndose perdidos y sin raíces.

Mi opinión personal es que el carácter de nuestros hijos tendrá algo que ver con el tipo de identidad étnica que desarrollan. Pero creo que nuestra influencia es clave.
Es obvio que una niña Coreana que fue adoptada por una familia de orígen escandinavo del
estado de Minnesota (E.E.U.U.) - algo muy común - y quien no tuvo ningun contacto con su cultura de orígen tendría mucho más posibilidad de desarrollar una identitad uni-étnica (sintiéndose 100% americana en este caso) que los hijos de Brad Pitt y Angelina Jolie (que me imagino que sus hijos desarrollarán una identidad cosmopolitana).
Pero nosotros, podemos simplemente elegir el tipo de identidad étnica que queremos fomentar?
Por supuesto que sí - pero ojo. No creo que cada una de las tres identidades étnicas mencionadas aquí tienen la misma posibilidad de llegar a ser "maduras" y conducir al niño hacía la plena felicidad.
Por lo que he leído, sospecho que hoy en día la identidad uni-étnica es arriesgada. Hay demasiado escrito sobre como se siente un niño que crece aislada de su cultura de orígen.

No todos los niños reaccionan igual y es allí donde entra el carácter de cada uno, pero en general parece importante para el buen desarrollo de la identidad que el niño tenga acceso a todo lo que le pertenece, y sus orígenes forman una parte muy importante de su patrimonio personal.
Si uno sabe que la sociedad le considera Chino, pero ni sabe lo que quiere decir "ser Chino" difícilmente puede comprenderse a si mismo. Es como que le faltan piezas claves de su puzzle.

Claro que habrán los que incluso se fastidian contra los esfuerzos de sus padres adoptivos por inculcar su cultura o idioma (sobre todo durante la adolescencia cuando lo más importante es
ser igual que los demás). Dirán que son argentinos y punto.
Pero incluso ellos pueden llegar a un momento de su vida en que todo cambia y se sienten la
necesidad de desarrollar aún más su identidad étnica. Más vale darles toda la información, experiencia y contacto posible - sobre todo antes de llegar a la adolescencia.
Lo más probable es que algún día nos lo agradecerán.

Pienso que hacer un esfuerzo por desarrollar una identidad doble-étnica es mejor que el uni-étnico, pero creo que hacer el salto a la cosmpolitana es la que da mayor seguridad al hijo.
Está claro que el país de orígen tendrá un lugar muy especial en nuestro hogar y que nos enfocaríamos en la experiencia de su cultura.
Sin embargo, los adoptados adultos han observado una y otra vez como ha sido imposible prepararles para lo que realmente significa ser coreano, por ejemplo. Vuelven a su país de orígen
sólo para sentirse como extranjeros y extraños. Lo mismo casi que pasa a los emigrados.
Esto está más desarrollado en mi nota, "los idos". Pero quien emigra, de adulto, cuando vuelve, siempre encuentra una caricatura de sus recuerdos, y no deja de sentirse "de visita".
Así que pienso que bucear en la cultura de orígen del hijo es clave, pero también abrir las puertas al mundo entero para superar todas las barreras y ayudarles a ver que todos somos ciudadanos del mundo. Y que tu casa, es el lugar donde sientes que pertences, "tu lugar en el mundo"

*Anund Brottveit, "'I didn't want to look different' - Identity Development, External Categorisation, and Ethnic Identity of Adoptees from Columbia and Korea", Oslo: Diaconia College Center, 1999
La información que tengo sobre el estudio viene de un ensayo publicado en
"Los de Fuera por Dentro - escritos sobre la adopción transracial" sobre una
conferencia que Anund Brottveit dió en Dinamarca en 2003.

1 comentario:

Ester dijo...

HOla!!!

Os acabo dae encontrar....felicidades por la decisión de ser papis mediante la adopción...nosotros esperamos poder serlo también algún día.

Yo también estoy haciendo la colcha de los 100 deseos, si quieres que intercambiemos enviame un correo a maesca_4@hotmail.com he buscado tú correo pero no lo he encontrado.


Un besote enorme y nos seguimos!
Ester